Viajamos hasta Richmond, Massachusetts para cubrir una hermosa boda en un lugar de ensueño. La atmósfera de la casa, rodeada por 22 hectáreas de campo, era simplemente mágica, con vistas que parecían sacadas de un cuento de hadas.
Desde el momento en que llegamos, nos sumergimos en la preparación del gran día, comenzando con el getting ready del novio y luego de la novia. Cada detalle, cada emoción, fue capturado con la intención de preservar la autenticidad y espontaneidad del momento.
El first look entre los novios fue un momento lleno de emoción y expectación. En uno de los jardines exteriores de la propiedad, rodeados de exuberante vegetación y un imponente árbol de fondo, la pareja se encontró por primera vez antes de la ceremonia. Las fotos formales con las damas, caballeros de la corte y familiares se convirtieron en recuerdos preciosos que perdurarán para siempre.
La ceremonia, iluminada por un atardecer dorado, creó una atmósfera cálida y romántica. Después de intercambiar votos, los novios disfrutaron de un momento íntimo donde compartieron regalos, gestos de amor que reflejaban la complicidad y la conexión única que comparten. Cada instante fue capturado con sensibilidad y profesionalismo, para que perdure en el tiempo como un tesoro.
La fiesta, que se desarrolló en una carpa decorada con un estilo boho encantador, fue el escenario perfecto para celebrar el amor y la alegría. Con una mezcla de nacionalidades que enriquecía la diversidad del evento, la celebración comenzó antes del anochecer y se prolongó hasta altas horas de la noche.
La hora loca fue un momento de diversión desenfadada, donde los novios y sus invitados disfrutaron al máximo, creando recuerdos inolvidables que perdurarán en sus corazones.
Comments